Un estudio realizado por la Revista Internacional de Salud Ocupacional y Ambiental publicado el mes pasado, concluyó que las desigualdades de
género en la exposición a los riesgos psicosociales relacionados con el trabajo
no fueron menores en los regímenes de bienestar con los niveles más altos de
las políticas de protección social universal.
La desigualdad de género en la exposición a riesgos psicosociales es bien
conocida, sin embargo poco se ha dicho sobre como los regimenes nacionales de
bienestar influencian estas desigualdades. Por tanto el objetivo de este
estudio, realizado por investigadores del Center for Research in Occupational Health (Centro de Investigación en Salud Ocupacional) de la Universidad Pompeu
Fabra en Barcelona, fue examinar esa relación existente entre la normatividad
regional referente a bienestar y la desigualdad de genero en la exposición de
riesgos psicosociales laborales en Europa, considerando los niveles ocupacionales.
En el estudio se analizaron las respuestas de 27.465 trabajadores de 28 países
europeos, frente a la desigualdad de género, medida por la exposición percibida
a "riesgos psicosociales relacionados con el trabajo." Se
consideraron tres riesgos comunes: altas demandas laborales y poco control de
trabajo; las mismas altas demandas laborales y el control del trabajo, más un
poco de falta de apoyo social; y un alto esfuerzo y baja recompensa.
Los países fueron divididos en cinco categorías (escandinava, anglosajona,
Continental, Sur y Este), las categorías reflejan no sólo la geografía, sino
también las políticas de protección del trabajo y los roles de género
tradicionales. Los encuestados también fueron clasificados en tres categorías
ocupacionales: directivos, profesionales y técnicos; empleados de servicios y ventas,
y los trabajadores manuales. La exposición laboral a riesgos psicosociales se
comparó a través del género, región geocultural y la clase ocupacional.
La hipótesis inicial de los autores de la investigación planteaba corroborar
que fuertes políticas nacionales para el empleo y la protección social correlacionaban
con baja exposición percibida a riesgos psicosociales relacionados con el
género.
Sin embargo, en los resultados encontrados, las mujeres estaban más
expuestas que los hombres a casi todos los tipos de riesgos psicosociales, pero
las diferencias de género fueron mayores en los países escandinavos. Casi
universalmente, la clase profesional más alta era la más expuesta a los riesgos,
pero este efecto fue mayor en los países escandinavos. Este mismo territorio, también
mostró las mayores diferencias entre las clases profesionales.
El autor del estudio, Javier Campos-Serna, dice respecto a los resultados: "Contrario
a nuestra hipótesis inicial, las desigualdades de género... no fueron menores
en los regímenes de bienestar con mayores niveles de redistribución de la
riqueza y políticas de protección social más universales ni, más concretamente,
entre las clases sociales ocupacionales más privilegiadas". Una posible
explicación, propuesta por Science Careers (revista digital de ciencia), es que
la exposición percibida a riesgos psicosociales en las categorías ocupacionales
más altas es mayor entre las mujeres en los países escandinavos, simplemente
porque allí hay más mujeres que trabajan en este tipo de posiciones que en
otras partes. En esta interpretación, las mujeres de otras regiones se
enfrentan esos riesgos con menor frecuencia, ya que con menos frecuencia ocupan
puestos de trabajo tradicionalmente ocupados por hombres. También podría haber
alguna reacción en contra de la contratación de mujeres en estos puestos de
trabajo.
Teniendo como referente los resultados de esta investigación, vale la pena analizar la situación local
y generar estrategias que nos permitan, desde cada campo profesional, integrar
ambos géneros en ámbitos laborales, aunque la igualdad de género parezca ser
una utopía que nunca alcanzaremos.